El 26 de octubre se celebraba en Jerez de los Caballeros el Acto de entrega de los premios del Concurso de Jamón Ibérico de Bellota con Denominación de Origen Dehesa de Extremadura en el marco del Salón del Jamón Ibérico.
Jerez de los Caballeros es una de esas localidades extremeñas que encierran un tesoro artístico y monumental en plena dehesa y que es la cuna de uno de los mejores jamones ibéricos del mundo.
Siendo su localidad natal y como no podía ser menos, para cerrar el Salón del Jamón Ibérico se rindió un caluroso y merecido homenaje a título póstumo a Heraclio Narváez Santos fallecido en 2020 como consecuencia de la pandemia COVID.
No es una tarea sencilla dejar constancia por mi parte de todo lo que Heraclio Narváez hizo a lo largo de su vida, pues además de conocer su dilatada actividad profesional, también fue un gran amigo de mente brillante y luchador incansable.
A principios de la década de los noventa, la familia Narváez, primero su padre, Luís, y después Heraclio, representaban una de las firmas más prestigiosas en el mundo del jamón Ibérico.
Fue entonces cuando yo inicié mi contacto con la trayectoria profesional de Heraclio y viví muy de cerca cómo se dedicó en cuerpo y alma al Jamón Ibérico y a su querida DOP Dehesa de Extremadura como presidente del Consejo Regulador, cargo que ocupó durante casi treinta años.
La DOP Dehesa de Extremadura nació en 1990 tras un largo debate sectorial que determinó el contenido de su normativa. Fueron reuniones interminables en la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura siendo Francisco Amarillo su consejero.
A partir de entonces se iniciaba la difícil tarea de poner en marcha esta figura de calidad, absolutamente novedosa en Extremadura y casi pionera en el mundo del jamón ibérico (tan solo existía la DOP Guijuelo desde 1987). Hay que reconocer que desde la administración se habilitaron medidas para su fomento a través de unas ayudas a los ganaderos para que inscribieran sus piaras en nuestra DOP.
Así arrancamos en un entorno realmente opaco en el mundo del ibérico donde imperaban la ausencia de trazabilidad y cualquier tipo de control sobre producciones ganaderas y productos elaborados.
La tarea no era nada sencilla; había que poner en valor el producto más emblemático de la gastronomía extremeña sometiendo a sus operadores ganaderos e industrias a un riguroso seguimiento.
A partir de estos inicios, Heraclio Narváez, con su dedicación, consiguió que hoy en día la DOP Dehesa de Extremadura sea un referente de la mejor de las calidades en el sector y su reconocimiento por el consumidor es incuestionable.
Heraclio Narváez ha salvaguardado la imagen de nuestra DOP frente a todas las adversidades sin relajar en ningún caso los controles de calidad que garantizan su singularidad.
Desde la DOP Dehesa de Extremadura, en su nombre y como actual presidenta, asumimos el compromiso de continuar con su excelente labor. Tanto Jerez de los Caballeros, como la DOP Dehesa de Extremadura y el propio sector ibérico estarán siempre tremendamente agradecidos a Heraclio Narváez.