Hoy a las once y media de la mañana el Santuario del Puerto ha acogido la celebración de una Eucaristía, presidida por Monseñor Ernesto Jesús Brotóns Tena, obispo de Plasencia, con motivo de la celebración de la romería de la patrona de Plasencia, la Virgen del Puerto.
La misa ha sido concelebrada por los Siervos de María, y entre las autoridades participantes ha destacado el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, al frente de la corporación municipal. Además también se dieron cita en el Santuario Mariano miembros de la cofradía de la Virgen del Puerto de Plasencia, de la cofradía de la Virgen de Guadalupe, de la Virgen del Puerto de Madrid y el resto de cofradías de la ciudad, entre otras corporaciones.
En su homilía Monseñor Brotóns destacó el valor del amor, ¨quien ha amado tanto, hasta dar la vida ¿cómo no va a perdonarlo todo? En ese momento comenzó la resurrección de los discípulos. Se descubrieron tremendamente amados, perdonados, valiosos. Se sintieron vivos¨. Aludiendo a la figura del apóstol Tomás, el obispo senaló que ¨los que creemos en Cristo somos creyentes, no crédulos, ni supersticiosos¨.
¨Pongamos nuestras vidas en sus llagas, dejémonos amar y sanar por aquél que se ha entregado hasta el don total de sí por nosotros (a esta experiencia apunta el año jubilar), abandonémonos a su divina misericordia, y reconozcámoslo en todo cuerpo llagado¨. ¨Es en las llagas, en el rostro de todo hombre y mujer sufriente, donde estamos llamados a reconocer al Señor Resucitado. Por eso, no nos acostumbremos al dolor de nuestros hermanos. Seamos portadores de la paz del Resucitado, constructores de fraternidad, de una sociedad más justa y humana¨, puntualizó don Ernesto.
En esta línea, monseñor Brotóns Tena afirmó que ¨el camino para la verdadera vida es la misericordia, sanar las heridas de nuestros hermanos. No tengamos miedo a portar por amor a los demás las llagas de Cristo en nuestro propio cuerpo¨. ¨No tengamos miedo de las consecuencias de lo que significa amar. Merece la pena¨, concluyó.
En referencia a la celebración de la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, el obispo señaló que ¨María nos sostiene en este empeño. Aquí quiso que se construyera su santuario, cuyo tercer centenario celebramos. Suele ir unido a los encuentros con María el construir una iglesia, un templo, expresión de una petición mayor: construir Iglesia, familia, comunidad¨. ¨Podemos decir, en este domingo de la divina misericordia, que su vida era transparencia viva de la misericordia de Jesús¨, añadió.
¨Nuestra Señora del Puerto es Madre de la Misericordia y Madre misericordiosa. Difícilmente se puede comprender Plasencia sin ella. Nos acoge siempre, ya acudamos a ella con lágrimas en los ojos o con el rostro exultante de gozo¨ explicó. La Virgen del Puerto ¨nos da una identidad, que nos vincula con lazos de hermandad y nos permite sentirnos parte de una gran familia, para, de esta manera, cuidar unos de otros, de nuestra ciudad, de sus raíces, de su fe…¨, afirmó monseñor Brotons al término de su homilía.
El obispo concluyó anunciando que la diócesis ha asumido la rehabilitación del comedor social de Cáritas de la calle Trujillo, ¨con una proyección social prevista mucho mayor de lo ofrecido hasta ahora¨.
La misa concluyó con la oración del Año Jubilar y el himno a la Virgen del Puerto. Esta tarde, a las seis, la Virgen ha salido en procesión siguiendo el itinerario habitual hasta el mirador de la Cruz.
Difícilmente, sí…
Y lamentablemente, también.