Ángel Pelayo Gordillo Moreno, líder de VOX en Extremadura, se lo está pasando bomba. Y no es para menos. Ha pasado de ser un renegado del PP, un apestado que se había ido con el ultraderechista Santiago Abascal, a la llave del Gobierno de Extremadura. Y es normal que lo veamos en los periódicos, esos que hace un mes no le hacían mucho caso, quizás una columna o un faldón, a ser el protagonista, la estrella, de la política regional. (Los periódicos sólo piensan en hacer caja con él mediante la publicidad).
De verdad es que resulta patético ver a la presidenta del PP, María Guardiola, diciendo que el programa de gobierno debe ser el suyo y que VOX debe dejarla ser presidenta de la Junta de Extremadura. ¡Y un jamón! La política, señora Guardiola, no es el mero intercambio de cromos, no, la política es el debate, el diálogo, la unión, el saber que juntos se suma y dejarse de tantas milongas de pija rubia, recién llegada al corte político y hacer lo que la señora quiera.
Gordillo Moreno ha dicho claramente que negociación sí, líneas rojas no. Lo que sucede es que a la «rubita de Extremadura», como dice Alfonso Ussía, que reconoce haber votado al PP, la Guardiola decíamos está en una verdadera encrucijada porque las malditas hemerotecas están ahí y ella menospreció a VOX y dijo que nunca gobernaría con este partido, a la derecha del PP pero tan democrático como él, y que está dispuesta a pactos pero entendemos que para ella la negociación es imposición y por ahí no va a pasar Gaecía Moreno.
Otro problema que tiene la «rubita» es que en su vida se lo han dado todo. Nunca ha tenido que negociar nada, ni siquiera la paga que le daban sus padres los fines de semana, y la Presidencia Regional del PP fue un regalo de Monago, por los servicios prestados por Guardiola en la Consejería de Hacienda del Gobex, ¿Taparía María Guardiola alguna «cosita» de Manzano o de Monago de sus correrías en el barrio de Salamanca o en Canarias, respectivamente? ¡Ay, Dios mío, si se pudiera publicar todo lo que se sabe!
Fernando Pizarro reconoce este domingo en El Periódico Extremadura que tiene «enemigos» y que éstos son los que imposibilitaron que fuese presidente regional del Partido Popular. El alcalde de Plasencia viene a asegurar, una vez han terminado las elecciones del 28 M, que Monago y Guardiola son sus enemigos. Lo que sucede es que él puede hablar con autoridad en el partido, pues es el único alcalde de las principales ciudades de la región que afronta su cuarta legislatura con mayoría absoluta, un hito en la región. Eso no es óbice para seguir manteniendo que los placentinos no han estado muy acertados pero así es la democracia.
Y es que así se las ponían a Fernando VII. Sencillitas. Pero Guardiola lo lleva claro si se piensa que VOX va a acceder a las bravatas de la «rubita de Extremadura» porque utilice a los medios de comunicación (que están pensando en la publicidad institucional venidera) para descalificarlo. ¿Quieres Presidencia? Pues dos o tres consejerías, o la Presidencia de la Asamblea, por ejemplo, no vendrían mal. Gordillo Moreno debe pensar que es preferible reír a llorar y es que él y sus otros cuatros diputados no pueden estar tristes sino muy muy contentos. Ya veremos quién ríe el último.
Por otra parte, desde Diario de Mérida y Diario de Plasencia nos solidarizamos con nuestro compañero Lucio Poves, que fue apuñalado este sábado por un delincuente común que le exigía un dinero que no tenía y que ya ha ingresado en la prisión de Badajoz. Hasta la hora de su jubilación, Lucio Poves fue uno de los mejores locutores de SER Extremadura.
Se encuentra en el Hospital Universitario de Badajoz y su estado de salud es estable. ¡Mucho ánimo colega!