Alfredo Moreno tiene un proyecto de ciudad para Plasencia, una ciudad confortable para todos los placentinos, una ciudad que cumpla con las expectativas que los ciudadanos demanden, una ciudad que esté a la vanguardia de otras muchas que han ido evolucionando a lo largo de los años. Lo que sucede con la Plasencia actual, la de Fernando Pizarro, es un atentado a la modernidad: una ciudad para parados y pensionistas que no ofrece un plan urbanístico ni cultural acorde con los tiempos en los que vivimos.
Pero para que el socialista lleve a cabo su proyecto de ciudad hay que votarle el próximo 28 de mayo. Él está haciendo los deberes y no quiere que el domingo electoral le pille con el paso cambiado. Así, ya se ha reunido con el director general de Avante, Miguel Bernal Carrión, para estudiar la implantación de empresas en la ciudad; se ha entrevistado, asimismo, con el presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, institución con la que el Ayuntamiento de Plasencia debería mantener unas relaciones cordiales pero que son inexistentes.
Y es que los doce años de gobierno de Fernando Pizarro García-Polo en el gobierno local han sido calamitosos. Ni siquiera cuando ganó en 2011 la Alcaldía supo aprovechar que en el llamado Gobierno de Extremadura estaba de presidente un impresentable como él llamado José Antonio Monago Terraza. Desde entonces no se tragan, a pesar de que el presidente del Gobierno popular hizo a Pizarro García-Polo portavoz del PP a nivel regional, presidente de la Fempex y coordinador de la campaña electoral 2015. El alcalde placentino no estuvo a la altura de las exigencias de Monago Terraza y éste se la guardó hasta que en 2022 le apuñaló por la espalda nombrando a María Guardiola Martín su candidata y sustituta al frente del PP regional.
Pero, ahora, a dos meses de las elecciones de lo que se trata es de reflexionar y entender que con este alcalde no se va a ningún sitio. Fernando Pizarro García-Polo sólo piensa en conseguir su acta de diputado en el Congreso y mover los hilos desde Madrid. De ahí que Mérida le haya rechazado la lista que ha presentado para cubrir las plazas de veintiún concejales para el Ayuntamiento. Así que, por listillo, anda buscando en las mejores familias placentinas militantes que quieran concursar en las elecciones.
La única opción, por tanto, es elegir a un hombre que se preocupa de Plasencia, como es Alfredo Moreno, quien esta semana ha ido a Madrid, a entrevistarse con el secretario general de Agenda Urbana del Ministerio de Transportes, Iñaqui Carnicero. Le acompañaban en esa reunión Mireya Conejero y Roberto Rubiolo, arquitecto que explicó al secretario de Estado el concepto de ciudad que el PSOE y Moreno tienen para Plasencia.
Alfredo Moreno ha manifestado que el objetivo principal de la reunión es que Plasencia se suba al nuevo modelo urbanístico en el que ya están desde hace tiempo las principales ciudades de España y para ello han querido conocer de la mano del secretario general de Agenda Urbana del Gobierno de España cuáles son las herramientas disponibles, porque la capital del Jerte no se puede permitir perder más tiempo.
Moreno está convencido que de la mano de Fernando Pizarro García-Polo Plasencia ha quedado anclada en el pasado y en su mandato no ha utilizado ninguna de las herramientas que el Gobierno de España ha puesto a disposición de poblaciones como Plasencia, «y es algo que no nos podemos permitir. Por eso, en la candidatura del PSOE de Plasencia se ha incluido al arquitecto Roberto Rubiolo, porque queremos convertir la ciudad en un referente también en materia de urbanismo», ha declarado Alfredo Moreno.
Y es que el concepto de equipo está muy arraigado en el PSOE local, por lo que el candidato socialista se ha rodeado de un grupo de mujeres y hombres en torno a una candidatura ganadora para los comicios del 28-M.
PSOE y PP son la misma mierda, cuando nos vamos a dar cuenta??