El Partido Popular de Extremadura paseó orgulloso su triunfo electoral en 2011 colocando a José Antonio Monago Terraza en la Presidencia del autodenominado Gobierno de Extremadura. Fueron cuatro años de despilfarro, de fiestas, de orgías políticas, de viajes a Tenerife, como bien le recordó la ministra de Transportes, Raquel Jiménez, a Monago hace unos días. Pero el pueblo, el vulgo, no es tonto y pronto se dio cuenta de que aquello no era lo que quería, que prefería a Guillermo Fernández Vara y su Presidencia de la Junta de Extremadura, y el socialista ganó las elecciones de 2015, y también en 2019 y, muy probablemente, en 2023. Los extremeños, dados a la continuidad, probaron con Monago y lo envió a la oposición.
Para no repetir la historia que todos sabemos, a nadie se le escapa de que Monago, con Núñez Feijóo de presidente del PP, y a pesar de ya no ser presidente del PP extremeño, manda mucho. Pero mucho. El 16 de julio puso de presidenta a María Guardiola Martín a la que tiene completamente tutelada.
El ejemplo más claro lo tenemos en Badajoz. El candidato de la presidenta regional es Antonio Cavacasillas y el de la dirección local y provincial también, pero Monago ha dicho que no, que Cavacasillas es muy flojo, que lo viene demostrando desde hace meses y, en su lugar, propone que el candidato a la Alcaldía de Badajoz sea Germán López Iglesias, de 72 años de edad.
Según la Wikipedia, Germán Augusto López Iglesias (Badajoz, 13 de agosto de 1950), es un político español del Partido Popular. Fue director general de la Policía desde el 18 de noviembre de 2016 al 30 de junio de 2018.
Previamente, desde el 13 de junio de 2015, fue primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Badajoz. Con anterioridad, ocupó el cargo de delegado del Gobierno de España en Extremadura entre 2012 y 2015.
Además, López Iglesias formó parte de la candidatura del Partido Popular por Badajoz al Congreso de los Diputados para las elecciones generales de 2000, 2004, 2008 y 2011, siendo elegido diputado en tres ocasiones.
En el año 1987 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Badajoz por primera vez, aunque no fue hasta 1995 cuando su partido ganó las elecciones. Durante esa primera etapa en el Ayuntamiento llegó a ser segundo teniente de alcalde. Entre 1996 y 2000 fue, además, jefe de Gabinete del delegado del Gobierno en Extremadura, Óscar Baselga.
Es ingeniero técnico agrícola y funcionario del Estado desde 1973. En el año 2015 se le otorgó la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil.
Este señor es el candidato de Monago frente a Cavacasillas que es el de María Guardiola, quien no sabe qué hacer para convencer al antiguo presidente de la conveniencia de apostar por un candidato joven y mejor preparado académicamente.
En Mérida sucede un tanto de lo mismo. Mientras es Miguel Valdés Marín el que se está partiendo el pecho al frente de una junta gestora del PP ilegítima, por cuanto Pedro Acedo fue echado de muy malas maneras de la presidencia, María Guardiola no tiene claro que Valdés sea el candidato para la Alcaldía de Mérida. En este punto, Guardiola y Monago estarían de acuerdo pero buscan y rebuscan y no dan con un candidato mejor, si bien están barajando la posibilidad de que éste sea un diputado autonómico.
En Cáceres, Rafael Mateos Pizarro tiene los días contados, según las fuentes consultadas por Diario de Plasencia. El popular, jefe de la oposición actual en el Ayuntamiento de Cáceres, tiene un perfil muy bajo, habría dicho el presidente provincial Laureano León, quien tampoco ve con buenos ojos a Fernando Pizarro García-Polo en Plasencia, pero en la capital del Jerte habría poco elegir, más teniendo en cuenta que es muy probable que el exalcalde José Luis Díaz Sánchez vuelva a concurrir a los comicios del año que viene.
Así de revuelto anda el panorama en un Partido Popular de Extremadura que se rompe, a cinco meses y medio de las elecciones. Y todo porque no hay una presidenta que tenga criterio y lo exponga a la dirección nacional del PP, porque desde el 16 de julio, fecha de la entronización de María Guardiola Martín, el PP es un desconcierto. Y Monago es el que maneja los hilos desde Madrid. Leer para creer.