El alcalde de Plasencia tiene un rostro que se lo pisa. Advertimos en su momento, y ahora también, que lo del futuro uso de la Casa del Deán es un forúnculo en salva sean las partes y no nos equivocamos. Hay un tanto por ciento de la sociedad placentina, difícil de cuantificar, que no quiere que este emblemático edificio sea un hotel o el apéndice de un hotel, pues tampoco está muy claro cuál es la intención del primer edil al querer alquilarlo por 45.000 euros al año durante 33 años. Según se ha podido saber, el edificio no sería un hotel como tal sino un apéndice de otro. Es decir, que estaría ocupado solo en función de las necesidades de la matriz. Esto nada tiene que ver con la creación de infraestructuras y de empleo de calidad.
Ahora se ha sabido que el 7 de marzo de este año, cuando se aprobaba el Plan General Municipal de Plasencia, el zorro del alcalde utilizaba una triquiñuela legal para cambiar el uso de la Casa del Deán y darle otro favorable a los intereses de los hoteleros. Es por esta razón que ayer, el secretario general del PSOE y portavoz del Grupo Municipal Socialista, Alfredo Moreno, registraba en la Secretaría General un escrito pidiendo la anulación del acuerdo del pleno municipal de fecha 7 de marzo de 2022, por el que se aprobaba la Modificación Puntual número 17 del Plan General Municipal de Plasencia, ya que por su contenido, «su aprobación no es de competencia municipal». Según la documentación que Moreno entregaba a los periodistas, las competencias sobre el cambio de uso de la Casa del Deán son de la Junta de Extremadura.
Lo que llama la atención a cualquier lego en la materia es por qué se ha tardado ocho meses en darse cuenta de que las competencias eran regionales y no locales, pero la explicación es muy clara: el alcalde tiene dada la orden de que a la oposición ni agua, por lo que los grupos municipales que representan en conjunto a la mitad de la ciudadanía placentina lo tienen realmente difícil para poder ejercer la labor que legítimamente les corresponde y que Fernando Pizarro García-Polo les niega.
También se ha sabido que el alcalde y el equipo de gobierno que le baila el agua han decidido desviar 1,5 millones de euros previstos para la adquisición de autobuses para mejorar el camino al cementerio judío. Nadie discute que las dos actuaciones son importantes, pero visto como están los buses, con más de 20 años y no adecuados para los minusválidos, hace que se imponga una medida de asunto prioritario y es sin duda la compra de autobuses el que se lleva la palma. Que intente el alcalde subir a un autobús en silla de ruedas, que lo lleva más que claro.
Es Plasencia una ciudad sin ley o, quizá, esto sea lo que le viene bien al alcalde y sus correligionarios. Pero la ciudadanía no puede tolerar estos desplantes y debe articularse en una plataforma que, como hace 30 años, tenga la fuerza suficiente para parar a este edil que está cabreado porque ya no va a ser presidente de la Junta de Extremadura, como era su intención; que es ignorado por la presidenta de su partido, y que ha hecho de la política un modus vivendis y su visión de futuro no llega más lejos que final de mes y dinerito a la saca. De dónde si no iba a sacar para construir el casoplón que se ha hecho.
Don Fernando, ¿es usted un mezquino? Ahí lo dejamos de momento. Pero sí reiteramos que tiene un rostro que se lo pisa.
Cada vez más, el alcalde sí tiene quién le escriba.
Quizás a mí me preocupa un poco el letargo de la ciudadanía Placentina, abrumada por el hastío del Alcalde-Sacristán y su equipo de gobierno que, como se indica de manera trasnochada, se ríe de la ciudadanía. Esto mismo ha de ser un gran BASTA YA a este tipo de político que, en este caso, arropado por su mayoría absoluta han destrozado el contenido de Plasencia. Sin duda un siguiente mandato del Partido Popular, sería, una vez analizada por mi parte la situación del entorno, más que un pozo del que nunca vamos a salir. Ya digo nunca, principalmente por las oportunidades que estamos cediendo a nuestras ciudades competidoras que empujan fuertemente. Aquí solamente importa el fanatismo y la falta de ideas y por supuesto el cachondeo, principalmente, del que ha hecho gala el Alcalde y su equipo de gobierno durante 12 años. Sigamos por esta senda… ALGO TODAVIA INEXPLICABLE LLEVA SUCEDIENDO EN PLASENCIA DURANTE 12 AÑOS.