Son las que utiliza el alcalde de Plasencia cada vez que la situación se pone difícil. Son las maniobras de distracción que ha usado de manera clara y palpable en el último mes en dos ocasiones. Son técnicas que utilizan los malos políticos, bien porque se notan demasiado bien porque están abocadas al fracaso más estrepitoso. A estas alturas de la película tenemos, gracias a Dios, una sociedad leída, con todo tipo de medios de información lo que la hace más libre y exigente. Por eso, continuar con las maniobras de distracción es una pérdida de tiempo.
Decíamos que Fernando Pizarro García-Polo ha intentado colárnosla en dos ocasiones en un mes. La primera vez fue al día siguiente de la protesta de la sociedad civil en la Plaza de las Catedrales en contra de la privatización de la Casa del Deán. El alcalde se sirvió de su periódico de cabecera, ese que subvenciona a manos llenas, para anunciar que se iba a reunir de forma urgente con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Asunto a tratar: estación del ferrocarril de Plasencia.
Ahora es urgente lo que hace diez años, cuando José Antonio Monago era presidente de la Junta, y Mariano Rajoy presidente del Gobierno, se desechaba por parte del primer edil. Entonces, Pizarro no quiso ni oír de hablar de Fuentidueñas y solo quería arreglos menores para la estación placentina, aun cuando se sabía y se sabe que no está en línea con el trazado del AVE.
Por otra parte, en el Consejo Económico y Social celebrado en Plasencia este verano, ya se acordaba la necesidad de construir en Fuentidueñas una estación de la Alta Velocidad y en la reunión del Pacto por el Ferrocarril que tuvo lugar en Mérida con la presencia de la ministra de Transportes, Raquel Jiménez, se llegó a la conclusión de que todas las Administraciones trabajarían juntas por el bien del tren extremeño y de los ciudadanos.
Por esa razón y porque la reunión Vara-Pizarro todavía no se ha producido, todo hace sospechar que el alcalde se sacó una sota de la manga para tratar de desviar la atención sobre la protesta de la Casa del Deán.
La segunda distracción del alcalde también tiene que ver con la Casa del Deán pero en su vertiente política. El PSOE de Plasencia ha descubierto que Pizarro García-Polo omitió en la información llevada al pleno que aprobó el Plan General Local, que el punto sobre el uso del edificio corresponde aprobarlo a la Junta de Extremadura, no al Ayuntamiento, por lo que ha solicitado a la Secretaria Municipal que invalide la aprobación de este punto. Al mismo tiempo, los socialistas informaban que el alcalde había decidido cambiar el uso de una partida de 1,5 millones de euros: en lugar de comprar autobuses, que es para lo que estaba destinada la partida, la quiere gastar en el camino del cementerio judío.
Ante la revolución en las redes sociales, el primer edil convoco inmediatamente a los periodistas y les informó de la lista de los Premios San Fulgencio, que tendrán lugar el 16 de enero de 2023 en el Centro Cultural de Las Claras. Es decir, que dos meses del evento ya lo da a conocer a la opinión pública, con el agravante de que no convocó a la Junta Local de Gobierno, cosa que reconoció él mismo.
Sólo dos ejemplos, por no aburrir, de cómo el alcalde de Plasencia usa el poder que le da el cargo para desviar o distraer la atención cada vez que se le presenta una dificultad en su acción de gobierno. Y aunque puedan parecer naderías, la verdad es que son pruebas de un totalitarismo propio de despotas, que no tienen problema alguno en utilizar dinero público para salvar su imagen y su cargo. ¿Cuál será la próxima maniobra de distracción? No pasará mucho tiempo hasta que la descubramos. Seguro.
Coincido totalmente además es una técnica que utilizan los cobardes y servirse de sus súbditos y en esto el Sr.Pizarro no tiene una sola agalla e incapaz de tomar una sola decisión racional que no sea la de su propio beneficio el Sr.Pizarro ha agotado su credibilidad y dignidad pero le domina su ceguera no percibe su ridiculez y su causa se torna absurda en un futuro esperanzador para Plasencia el sr.pizarro debe aprender que las críticas son enriquecedoras de ahí su pobreza humana
Mi enhorabuena a este diario por obtener la pluralidad de opiniones Ya era hora
El alcale-sacristán de Plasencia ha perdido toda credibilidad politica. Ha hecho de la mendacidad su forma de gobierno. La ciudadanía se está dando cuenta, tarde, pero dándose cuenta . Ya puede repartir perrunillas y churros con chocolate que tanto le gusta el gobierno de esa manera. Ya no vale. La sociedad civil está ya movilizándose y, o está dispuesta a tragarse los sapons que os ha tenido acostumbrados en sus 12 años de gobierno absolutista, arbitrario y de postureo fotográfico constante. Hasta ha llegado a utilizar a la Iglesia para su propios fines politicos. Tiene a los Funcionarios de carrera con responsabilidad controlados y compensados con Nivel 30, excepto al Interventor y Viceinterventor, por eso les odian, por cumplir y hacer cumplir la ley presupuestaria y financiera y no doblegarse a su capricho. Este es el personaje al que le irán saliendo más cosas. Tiempo al tiempo.
Si evaluamos objetivamente estos años de gobierno de Pizarro en Plasencia, no podemos menos que darnos cuenta que Plasencia, como segundo núcleo de población de Caceres ha ido completamente para atrás, en cuanto a importancia provincial y regional. No ha conseguido convertir a la ciudad en polo de atracción industrial, no ha conseguido aumentar la oferta administrativa, no se ha hecho ninguna infraestructura significativa a parte de rotondas, aparcamientos y dedicatoria de calles. La atracción hacia la ciudad de las comarcas circundantes se ha ido diluyendo. En definitiva nos ha llevado a la depresión más absoluta, al ninguneo, al «no es país para… jóvenes» . Calles con más locales cerrados que abiertos, pymes que cierran al poco tiempo de abiertas, suciedad, abandono, delincuencia, retroceso poblacional… Apatía, fotos y besos. Acciones de gobierno para el olvido. Pitarra y perrunillas en versión norextremeña del pan y circo. Mientras los votantes miren el dedo y no el cielo, mientras la acción de gobierno sea abrazar a las asociaciones, con todo el respeto, de amas de casa o de viudas y repartir besos y abrazos en un buenísimo de postureo… Plasencia languidece a marchas forzadas, mientras localidades menores, que no plantean una política de enfrentamiento pueblerino y continuo con las autoridades centrales al trasnochado modo de Asterix, plantean proyectos atrevidos, de creación de empleo y desarrollo local.
COMPARTO TU OPINION UN EXCELENTE RETRATO DE LA SITUACION ACTUAL DE PLASENCIA