Sanidad Animal ha confirmado, por medio del Laboratorio Nacional de Referencia de Algete, la detección de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en una explotación de bovino en el municipio de Villanueva del Fresno en Badajoz.
Tras los 8 casos notificados en España desde el 18 de noviembre en las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, este sería el primero detectado en Extremadura.
La sospecha se inició tras la comunicación a los Servicios Veterinarios Oficiales de la comarca de Jerez de los Caballeros de un bovino con signos clínicos compatibles con la enfermedad. Tras la revisión clínica se realizó la toma de muestras para la confirmación en el Laboratorio Nacional de Referencia.
La EHE es una enfermedad vectorial infecciosa no contagiosa, transmitida por insectos del género culicoides que afecta a animales rumiantes silvestres y domésticos, pero que en ningún caso afecta al hombre.
En el ganado vacuno puede producir clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas. El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección. Es una enfermedad que afecta gravemente a los ciervos y puede afectar también a gamos y corzos.
Históricamente la EHE ha circulado en América del Norte, Australia, Asia y África, pero nunca había sido detectada en España ni en la Unión Europea hasta el pasado 10 de noviembre de 2022, cuando las autoridades italianas comunicaron la detección del virus en explotaciones de ganado bovino en la isla de Cerdeña y más tarde en Sicilia.
Según distintos especialistas, La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, principalmente al ciervo de
cola blanca (Odocoileus virginianus), y al ganado bovino. Las ovejas, las cabras y los camélidos también podrían ser susceptibles, pero normalmente no desarrollan una enfermedad manifiesta.
El virus de la EHE (VEHE) se transmite entre hospedadores rumiantes por pequeños mosquitos picadores de la especie Culicoides, motivo por el cual las infecciones son fuertemente estacionales. El ciervo de cola blanca es la especie más gravemente afectada, en que la forma hiperaguda tiene una tasa de mortalidad alta. En el ganado bovino, casi nunca se observan signos clínicos, pero se ha documentado fiebre, anorexia, disfagia, emaciación, estomatitis ulcerosa, cojera, dificultad respiratoria y eritema de la ubre.