Se supone que cuando una persona se presenta a un cargo público (y dentro de seis meses hay elecciones) es para convertirse en un servidor público, en aquel que está pendiente de sus conciudadanos, que tiene criterio para discenir qué está bien y qué está mal, que sabe cuáles son las prioridades que necesita su ámbito de actuación y, sobre todo, que no va a meter la mano en la caja de los caudales.
En el pleno que celebra este viernes día 2 de diciembre la Corporación Municipal se va a hablar mucho de ejecuciones de obras, de proyectos y de euros. Eso está bien, que el dinero circule. Sin embargo, no se aplica el principio de prioridad y se mantiene la cabezonería que perjudica a todos los placentinos. El equipo de gobierno que preside Fernando Pizarro García-Polo no da su brazo a torcer y todo el trabajo desarrollado para buscar los mejores proyectos y los que más beneficien a los ciudadanos, se ven difuminados por gastar millones de euros en planes y dejar fuera de los mismos a los autobuses urbanos de Plasencia.
Los gobernantes saben que los buses tienen que ser renovados. La flota es muy antigua y causa problemas un día sí otro también y la media de edad es de veinte años, es decir, que estar incluso fuera de lo recomendado por la Dirección General de Tráfico para el parque automovilístico. Los autobuses urbanos tenían un presupuesto millonario para su renovación, pero el alcalde y el concejal de Hacienda han decidido, con el visto bueno del resto del equipo de gobierno, que el dinero de los autobuses pase al proyecto de renovación del Camino del Cementerio Judío.
Nadie dice que este camino no tenga que ser reparado, pero estamos hablando de cerca de 250 millones de pesetas. Imaginen cuántos autobuses se podrían comprar con tal cantidad de dinero. Como decimos, el gobernante tiene que ser ecuánime y saber qué es prioritario y lo que no. Puestos en una balanza el Camino y los autobuses urbano, la balanza se va directamente a los buses.
El Partido Socialista y su líder Alfredo Moreno ya han denunciado ante los medios de comunicación el cambio realizado por el gobierno local traspasando el dinero de los autobuses al Camino de la Cementerio Judío. Y el socialista coincide en que este asunto es una cuestión de prioridades y así, se supone, lo expondrá en este pleno municipal. Lo peor que puede hacer el PP, con unas elecciones a la vista, es seguir en sus trece e ir modificando las partidas presupuestadas de unos proyectos a otros.
Esperamos que se imponga la sensatez y que el alcalde recapacite y haga que los placentinos puedan disfrutar de un servicio de autobuses urbanos acorde a la cuarta ciudad de la región, que debe tener la flota de autobuses más antiguos de Extremadura. Sólo por el bien de los ciudadanos que son a los que se deben los servidores públicos.
La diferencia de que este servidor público se debe a su ego personal y a lo que politicamente le interesa a él. Repite con frecuecia que consensua con los ciuddanos y asociaciones vecinales todo. Mentira. Solo con las que le ríen la gracia.
Efectivamente para la movilidad urbana de los placentinos es imprescindible el renovar la flota de autobuses con la mayor prioridad, dada su antiguedad y que en cualquier momento se quedará la Ciudad sin servico al no poder ni repararlos. Pero como siempre él está pensando en otra cosa de su interés, que no es el general como debería ser.
El Sr.Pizaro no posee ninguna capacidad para volver a ser funcionario público infinitamente egocéntrico cualidad nada recomendable en un mandatario público. El Sr.Pizsrro es capaz de cometer cualquier acto malicioso en contra de cualquier ciudadano que le contradiga. El señor Pizarro pudiera estar gobernando haciendo uso continuo de abuso de poder. Este señor no puede gobernar más La prioridad racionalmente es la renovación de la flota de autobuses y la mejora del servicio público de transporte