Tres lustros han pasado desde que tuve la ocasión de asistir a una reunión de alto nivel político. En ella, el máximo responsable de la institución, al ser informado de que un grupo numeroso de personas solicitaban audiencia, tan sólo preguntó: ¿Cuántos quieren asistir a la reunión? Está claro que, aún hoy en día, diez son multitud.
Nos puede el afán de protagonismo y a veces, sólo a veces, perdemos el foco y descuidamos el objetivo principal de la comunicación, cualquiera que sea, pero especialmente la política. Dos aspirantes a la Presidencia de la Junta de Extremadura. Tres serenos, autoproclamados guardianes de la llave de Gobierno y otros cinco, buenos ciudadanos, disfrutando de su cuarto de hora de gloria.
¿Batucada o la tómbola del maño? Ataca Guardiola. Puede ser, y usted participa, doña María, tomando el megáfono y coreando, voz en grito, aquello de: “tengo una chochona, quién quiere la chochona…” Y sin duda, la señora Guardiola tiene razón y además es partícipe del mediocre “el debate CEX”.
Antonio Granero, chaquetilla reivindicativa de cocinero, tardo, muy tardo… se da cuenta de la encerrona y se queja con iracundas e inoportunas cajas destempladas. Secunda al extremeñista y bellotero que dice que en Extremadura se pasa hambre… ¡Usted no!, seguro que no. ¿Quién pasa hambre en Extremadura? ¿Pero en qué Extremadura vive usted?
Luis Blanco, alumno jesuita y ¡a mucha honra!, educado y elegante con su traje de comunión, inmaculado y feliz. De discurso honesto y sencillo, directo y sincero. Extremeño, por nacimiento y decisión, tras once años de emigrante.
Al igual, Irene de Miguel, extremeña de profesión e ingeniera agrónoma de formación, honesta en sus planteamientos y postulándose como próxima Consejera de Agricultura. ¡Cuidado Begoña! Discurso perdedor y complaciente: “Las eléctricas nos están robando y alicatando…”
Contagiada por Antonio Granero y su letanía por el expolio eléctrico, después de un siglo de herencia dictatorial. Cierra su minuto de oro con el eslogan: “Confía en mí, vota valiente”. ¿Y tú? ¡No confías en la victoria!, tan sólo en pactar y renovar la nómina oficial, la de los seis mil euritos comunistas, por otros cuatro años y ¡tiro porque me toca!
Ángel Pelayo Gordillo, corrige enérgico: ¡qué no García!, de luto riguroso y con memoria selectiva, recuerda que su antiguo compañero de partido, el repetido y repetidor, Fernando Baselga Laucirica, lleva muchos años en política (le dijo la sartén al cazo) y el interpelado salta como un resorte: “los mismos que tú, tan antiguo como tú”.
Por cierto, los mismos que Estanislao Martín al cuadrado, quien inasequible al desaliento, vuelve, tras cuarenta años, a postularse para cualquier puesto político que le aúpe, por fin, a la defensa de su comarca hurdana.
Y Guillermo, comiendo pipas, asistiendo en barrera de sombra al espectáculo y mirando, de reojo, al cronómetro.
Seis directores, seis, de diferentes medios de comunicación regional, parcialmente objetivos y devenidos en protagonistas involuntarios del enfado del chef de cocina y el hambriento glotón.
Mención especial al conductor del supuesto “el debate CEX”, quien zanjó la discrepancia con educada y tajante serenidad, reconduciendo a los díscolos y recordándoles que todo estaba previamente pactado. ¡Amén!